Estamos viviendo modificaciones esenciales en los patrones de consumo mundiales, en la forma como nos relacionamos, en los modelos de negocios de las empresas, pero sin duda también, en la modalidad en que nuestro talento humano desarrolla su trabajo. La forma tradicional de presencialidad, está cediendo paso al teletrabajo, trabajo en casa y a diferentes modalidades de consecución de resultados y gestión del trabajo.
En el Teletrabajo los colaboradores pueden incluso concurrir en instantes o días a la oficina, y otros días trabajan desde la casa o desde algún otro sitio remoto, pero sin perder la conexión (hiperconexión en nuestro tiempo) con la empresa y los clientes, incluso desde modalidad de sistemas móviles y sobre plataformas previstas para ello.
El Trabajo en casa, se presenta como la adecuación de las condiciones de trabajo en lugar distinto a la empresa: la casa del colaborador, en la cual éste concurre a los procesos de la empresa y se comunica de manera virtual en reuniones y comunicaciones digitales, cuando se le requiere, pero teniendo base su propio hogar.
En la forma en que se nos presenta ésta modalidad de desarrollo del trabajo, resulta necesario para un directivo – empresario tener en cuenta algunas consideraciones no menores, que no pueden escapar de la planeación y solución, de manera que los resultados de la empresa no se vean afectados, mencionaremos algunos de tales aspectos:
Debemos tener en cuenta que no todas las personas son aptas para teletrabajar o trabajar en casa, debemos analizar los cargos y el perfil específico del talento humano que irá a desarrollar este tipo de trabajo para establecer la viabilidad del modelo, si la persona tiene competencias de autogestión, la disciplina, el compromiso, el enfoque de resultados y su tipo de personalidad que encaje con esta forma de trabajo, y también validar si tiene las competencias digitales y de autogestión requeridas, y en tal evento, resulta necesario hacer los entrenamientos sobre la virtualidad, transformación digital y forma disruptiva de trabajar. Pero además también, debemos cuestionarnos si cada puesto realmente puede desarrollar su tarea desde su casa exclusivamente, y si el mismo negocio lo permite que tal función opere de esa manera.
Aunque mucho defienden que con tal forma de trabajo se logra el equilibrio entre la vida laboral y la vida personal, y les puede asistir la razón, importante es adoptar mediciones de productividad para identificar que si ello funciona. Para teletrabajar es necesario establecer unas pautas reglamentarias, saber cómo se manejará los distracciones en la casa, la concurrencia de desempeño laboral, en medio de los niños conectados estudiando virtualmente o jugando al lado, con los ruidos ambientales, charlas caseras, asuntos de hogar, y los eventos caseros que conviven con las reuniones virtuales.
Debe adoptarse con claridad tiempos de entrega de trabajos a cada empleado, definir un horario de trabajo fijo, establecerles objetivos cuantitativos específicos, indicadores determinados, establecer los entregables concretos, incluso existen softwares de teletrabajo como EffiWork, que ofrecen indicadores de desempeño muy útiles para evaluar los resultados, hacer reuniones matutinas para dar o recibir un breve resumen de los hitos y avances de las tareas y los proyectos, de manera que toda esta previsión se desprenda de un claro Balanced Score Card, que mida a cada colaborador en su desempeño, derivado de una planeación exhaustiva empresarial. Todo lo anterior nos enfrente a una gestión al cambio y manera de orientación al resultado distinta a la tradicional.
Por otro lado, la empresa debe poder poseer el sistema de tecnología y conexión necesarios, brindar los equipos para el trabajo del colaborador en casa, y con dispositivos corporativos, pues los equipos de casa generalmente suelen ser demasiado susceptibles a los programas maliciosos, y por lo tanto, no están a salvo del robo de datos, tener intranet, sistemas de seguridad y gobierno de información, y ojala poder cuidar los sistemas informáticos con encriptación del disco duro en los dispositivos corporativos, abordar cuestiones como el phishing y el pharming, notemos que la incertidumbre general al tratar con correos y sitios sospechosos, puede llevar a un manejo descuidado de la información en Internet, resulta entonces necesario poner sobre aviso a los colaboradores sobre la obligación de usar los certificados SSL de las páginas web es de vital importancia, plataformas cómo Slack permiten comunicarse y transferir archivos de forma individualizada o a través de canales con los equipos remotos y obtener feedback directo sobre el trabajo desarrollado, manejar para mayor eficiencia de trabajos en grupo, archivos compartidos de desarrollo simultáneo, y tener de preferencia datos e información en la nube con seguridad, para permitir fluidamente el trabajo de todos.
No debe olvidarse el poder garantizar el sistema de conexión con internet ágil de los trabajadores en casa y de los teletrabajadores, algunos puestos requieren de una conexión segura a determinadas aplicaciones y necesitarán habilitar una red privada de conexión (VPN), habilitar las herramientas tecnológicas y canales de comunicación necesarios para el trabajo conectados y fluido, pudiéndose alternamente usarse para efectividad en comunicación las videollamadas, chats en grupo, y para el control de procesos y objetivos, los planificadores digitales de tareas, herramientas adaptables que hacen seguimiento de tareas, de compromisos de reuniones.
Nos enfrentamos a un “nuevo normal” que además llegó para quedarse, las operaciones en “remoto” y a “la distancia” nos acompañarán por un buen tiempo, pero nuestra consigna empresarial no solo es vencer la dificultad económica que nos deja la pandemia, sino como los modelos digitales, la transformación digital nos reta a transformar nuestros propio modelo mental, para poder sobrevivir exitosamente en éste nuevo mundo virtual, teletrabajar y tener colaboradores en casa, es otro de los importantes retos!.